Curas pederastas: las puertas del infierno hacia la abominación de la desolación

IX. Los curas pederastas

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Introducción
I. El camino ancho y el angosto
II. El sacerdocio de Cristo
III. El sacerdote y los niños
IV. El pecado en general
V. Los pecados que claman justicia al cielo y las abominaciones
VI. El sacerdote y el pecado
VII. La correcta acción del cristiano frente al pecado personal y del prójimo
VIII. El Abuso sexual infantil
IX. Los curas pederastas
X. El pecado de los sacerdotes pederastas y pedófilos
XI. La mentira
XII. La complicidad
XIII. El caso de Marcial Maciel y los Legionarios de Cristo
XIV. Intentan desvirtuar la lucha del Papa contra pederastas
XV. Legionarios, cómplices de Marcial Maciel
XVI. La abominación de la desolación
XVII. Los mentirosos
XVIII. Las Puertas del Infierno
Conclusiones
Luis González
Orden de Caballeros Crucíferos
Viacrucis de los Caballeros Crucíferos
Cantos Gregorianos
Sueños del fundador de los Crucíferos

IX. Los curas pederastas.

 

A manera de introducción al tema, consideramos pertinente reproducir un análisis del fenómeno en cuestión, que aparece en Internet:

 

Se propone un modelo sistémico para explicar la conducta paidofílica en el clero de la Iglesia Católica Norteamericana. Se identifican los resultados y consecuencias y las soluciones propuestas, y se discuten los logros relacionados. El autor visualiza el  potencial del modelo como punto de partida para la reflexión sobre problemas similares en la realidad peruana.

 

INTRODUCCIÓN

 

La crisis suscitada por  las denuncias por abuso sexual a menores  en la sociedad norteamericana ha  sido calificada como "la peor de su historia" por algunos analistas (Lothstein,2004).Los recientes escándalos (Walker,2004) en el sacerdocio católico han expuesto un aspecto del mundo sexual secreto del clero a un laicado católico que olvidó o que nunca supo de la larga historia de la sexualidad clerical ilícita de la Iglesia. Las raíces de la crisis se vinculan con  una intrincada matriz de relaciones de poder, tradiciones y enseñanzas, que, en combinación, hicieron que el escándalo sobre abusos fuera casi inevitable.(Frawley, 2004). 

 

La complejidad de su problemática constituye un desafío para  las profesiones de la Psiquiatría y la Psicología, que requieren desarrollar una capacidad de respuesta preventiva y remediar para superar modalidades de conducta que amenazan los fundamentos mismos de la institución. Por ello, el presente trabajo propone un Modelo Sistémico para el análisis del Abuso Sexual de Menores en el Clero que  intenta viabilizar el conocimiento acumulado hasta el presente sobre este tema hacia la identificación e implementación de soluciones.

 

LA NATURALEZA DE LA PAIDOFILIA

 

El abuso sexual de menores se vincula con  la categoría nosológica de la paidofilia, que es considerada como una parafilia (Barlow y Durand, 2001), y como tal, es una desviación sexual  que se da principalmente en el contexto de objetos o individuos inapropiados .

 

Mas  específicamente, la paidofilia (DSM-IV-TR,2000), involucra  actividad sexual con un niño prepúber , generalmente de 13 años o menos. Los individuos paidofílicos deben tener 16 años de edad o más y deben ser por lo menos 5 años mayores que los niños involucra dos. Algunos individuos prefieren hombres, otros mujeres y otros son excitados tanto por hombres como por mujeres. Los individuos pueden limitar sus actividades a sus propios hijos, hijastros o parientes o pueden victimizar a niños de fuera de sus familias. Algunos amenazan al niño para evitar ser descubiertos (pag. 571).

 

Es infrecuente el abuso físico de la víctima (Barlow y Durand, 2001). Los agresores de menores con frecuencia racionalizan su comportamiento como actos "afectuosos" hacia el menor o como lecciones de sexualidad. El agresor de menores nunca considera el daño psicológico que padece la víctima y, sin embargo, estas interacciones a menudo destruyen la confianza del niño y su capacidad de compartir la intimidad.

 

El desorden (DSM-IV-TR,2000) generalmente comienza en la adolescencia, aunque algunos individuos con paidofilia informan que no se tornaron excitados por niños hasta la edad adulta. El curso es generalmente crónico, especialmente en aquellos atraídos por los niños de sexo masculino. La tasa de recidivismo para individuos con paidofilia involucrando una preferencia por hombres es cerca del doble de aquellos que prefieren mujeres. (Pag. 571).

 

MODELO SISTÉMICO DE ABUSO SEXUAL CLERICAL

 

Un problema complejo requiere de un modelo explicativo  que involucre una diversidad de  factores que presuntamente  afectan los resultados  en diversas intensidades, y que pueden agruparse en los rubros de (Ivancevich y Matteson, 1980) : (a) Insumos ; (b) Abuso sexual ; (c) Resultados y (d) Consecuencias.

 

Un análisis por separado se efectúa en relación con las acciones preventivas y remediales propuestas y los logros alcanzados hasta el momento.

Nivel Intraorganizacional:

 

Se incluyen aquí los factores que operan dentro de la organización de la Iglesia Católica  en los niveles: (a) Individual; (b) Grupal y (c) Organizacional, como un todo.

 

Nivel Individual:

 

Se analizan a continuación los resultados de las investigaciones  que han intentado delinear las características de   los sacerdotes abusadores, las presuntas causas de su comportamiento paidofílico  y las tipologías  de este sector de la  población clerical norteamericana.

 

Características de sacerdotes abusadores:

 

El análisis de Fullam (2002) y del Grupo  de Investigación del Boston Globe (2002) detectó los siguientes rasgos en sacerdotes abusadores:

 

1) Inmadurez psicosexual: Considerada como una característica central de la cohorte de abusadores: Muchos entraron cuando eran tan jóvenes como de 14 años. A lo largo de su adolescencia, la sexualidad estaba totalmente disociada del reino de la vida verbalmente validado y simbólicamente procesado. Simplemente, no podían tener sexo de ningún tipo, hablar acerca de sexo de cualquier tipo o pensar acerca de sexo de cualquier tipo. El celibato era una regla, pero a estos muchachos, hombres mas tarde, no se les dio guía para crecer hacia la masculinidad madura en la cual el celibato pude tornarse una opción comprensible y libremente efectuada.

 

2) Paidofilia compulsiva : Búsqueda de gratificación sexual repetitiva con menores de edad.

 

3) Narcisismo maligno y características de personalidad antisocial: En aquellos que no solo eran sexualmente depredadores sino también crueles. (Kernberg, 1985).

 

4) Sacerdotes que fueron abusados por sacerdotes durante su niñez: En este caso, las víctimas pueden haber entrado conscientemente al sacerdocio para deshacer el agravio del que fueron víctimas. Queriendo reparar el agravio inferido en sus propias vidas, pueden haberse propuesto  llegar a ser los sacerdotes buenos y decentes que sus abusadores nunca fueron. O algunos de estos sacerdotes pueden haber sido atraídos al sacerdocio antes de ser abusados, y mas tarde se tornaron decididos a que el abuso sexual por parte de un sacerdote no iba a privarlos de una vocación que ellos creían que era un don de Dios. Inconscientemente, sin embargo, estos sacerdotes se identificaron con sus depredadores en formas que no son claras y se tornaron como sus abusadores en algunas formas.

 

Factores contribuyentes: Las razones que se aducen para explicar (Schoener,1995; Celenza,1998; Celenza y Gabbard,2003) la frecuencia de la paidofilia  en el clero católico son las siguientes:

 

        a.  Ausencia de la figura paterna (de hecho) o la presencia de una figura paterna degradada, bien sea en la  realidad o en al mente de la madre;

         b.  Una tendencia hacia el pensamiento concreto o a una fantasía restringida.

      c.  Necesidades narcisistas intensas y no resueltas (necesidades de reconocimiento, reflejo, orgullo)

         d.  Un gran temor y angustia acerca de la experiencia de la ira y la expresión de agresión en general.

 

Sectores conservadores  de la Iglesia Católica atribuyen los abusos sexuales a la influencia de la homosexualidad y sectores liberales, al celibato. Ante ello se hace necesario examinar la evidencia que podría sustentar ambas posiciones.

 

Homosexualidad y celibato:  La orientación homosexual, como la heterosexual (Rodríguez, 2002); es fruto de una serie de aspectos psicosociales no problemáticos, mientras que la paidofilia-abuse el varón de menores de su propio sexo o no- supone una parafilia, una perversión patológica del comportamiento sexual y tiene una etiología mucho más compleja y diversa que la mera orientación sexual básica de un determinado paidofílico. Se ha observado conductas paidofílicas también en personas heterosexuales. Nadie conoce el porcentaje exacto de sacerdotes que son homosexuales. Los estimados van del 10% al 60%.En cualquier caso, la mayoría de los sacerdotes homosexuales no estaba involucrados en el abuso sexual de menores.

 

En lo referente al celibato (Goodstein,et. al. 2003), los sacerdotes diocesanos toman dicho voto, prometiendo nunca casarse o tener sexo con mujeres. Sin embargo, se detectó (Sipe, 1995) que, mientras que el 40% de los sacerdotes norteamericanos analizados  son intencionalmente célibes, solo un pequeño porcentaje (2%) puede decirse que han llegado a un estado de celibato absoluto. El resto muestra diversos grados de práctica de celibato que van de interrupciones periódicas o crónicas (breves encuentros sexuales) hasta el comprometerse en relaciones sexuales a largo plazo con hombres (10% y mujeres (20%). 80% de ellos se masturban.

 

A los seminaristas se les enseña que toda la actividad sexual, aparte de la relación con mujeres dentro o fuera del matrimonio, es no casta y pecaminosa, pero no una violación del voto de celibato. Algunos sacerdotes se apoyaban en esta distinción para racionalizar, diciendo a sus víctimas, las autoridades o a los superiores de la iglesia que la masturbación mutua, la fellatio o el tocamiento de los cuerpos de los niños, sin importar cuán  indebidos eran, dejaban su voto de celibato intacto, de acuerdo con algunas víctimas, terapeutas que trataron a los abusadores y registros de las cortes. Sin embargo, cabe anotar que  el 96% de los sacerdotes (todos ellos obligados por el celibato) no estaban involucrados en abuso sexual. Es decir, el origen del problema no parece estar en el celibato sino en la interacción que ocurre entre la actitud de la persona hacia el celibato y sus propias tendencias.

 

En suma, la evidencia parece señalar (Informe del John Jay College, 2004)) que ni el celibato ni la presencia de homosexuales han "causado" la crisis. La mayoría de los sacerdotes homosexuales sirven bien y permanecen célibes. El estado actual de la cuestión requiere mas investigación. (Kafka, 2005): No sabemos realmente de manera científica qué factores son la causa del abuso. No tenemos la evidencia.

 

Adicionalmente, cabe señalar (Lothstein, 2004) que no  existe un perfil singular del así llamado sacerdote paidofílico. En verdad, no existen  estadísticas confiables sobre el número de sacerdotes que actuaron de manera inapropiada con menores o con personas bajo su cuidado. Existen solo estimaciones sugiriendo que entre 3-8% del clero católico  efectúa actos impropios con menores.

 

Tipología de sacerdotes abusadores: El enfoque  sobre Conductas de Apego (Bowlby,1988) fue utilizada por algunos analistas para explicar la paidofilia en el clero. Se entiende por conducta de apego cualquier forma de conducta que resulta en que una persona logre o mantenga proximidad con algún otro individuo claramente definido ,quien es concebido como mas capaz de afrontar al mundo. Es mas obvio cuando una persona está atemorizada, fatigada o enferma y es aliviada   mediante el ser confortada y cuidada.

 

Bartholomew y Horowitz (1991) identificaron tres tipos de apego relevantes para la explicación de la conducta paidofílica: el Apego:  (a) Preocupado; (b) Destitutivo y (c) Temeroso. Sus respectivas características se detallan a continuación:

 

a. Apego Preocupado: Poseen una visión negativa de si mismos y una visión positiva de los asociados íntimos. Despliegan un alto grado de ansiedad y bajos niveles de evitación. Su angustia se origina de un fuerte deseo de cercanía (baja evitación), aunada a un miedo al rechazo ( una firme creencia  de que el Sí Mismo es inaceptable). Mayor riesgo para establecer relaciones en las que los límites entre lo personal y los profesional se tornan borrosos. Cuando un sacerdote asume tal posición en una relación con un menor vulnerable, que puede o no tener una historia de apego comprometido, la posibilidad de una violación de los límites, debido al impacto de su rol fiduciario, incrementa significativamente.

 

b. Apego Destitutivo: Mantienen una autoimagen positiva y ven negativamente a los demás (Griffin y Bartholomew, 1994). Abiertamente, estas personas despliegan bajos niveles de angustia relacionada con el apego y tienden a evitar intimidad e interdependencia. Esta pauta de evitación es construida sobre una expectativa de que otros no son dignos de confianza. Su autoconcepto positivo es mantenido viendo a los demás como incapaces de responder adecuadamente a las necesidades expresadas. La fuerte convicción  de que el Sí Mismo es valioso equipa a estas personas con la capacidad de ser conscientes de sus necesidades instrumentales, aunque quizás no de sus necesidades emocionales.

 

Los sacerdotes con apego destitutivo son proclives a poseer una  organización   de personalidad narcisista que puede incluir considerables rasgos sociopáticos. Su capacidad limitada para identificar necesidades emocionales hace posible que ellos reposen en el uso de la compartimentalización como una defensa primaria contra el dolor emocional. A menudo, estos hombres son  incapaces de lograr una integración sana de su sexualidad y espiritualidad. Las necesidades sexuales son experimentadas como impulsos biológicos vacíos de conexión emocional o intimidad. La posición narcisista de estos hombres los impele a percibir a los demás como objetos o como medios para un fin, incrementando así la posibilidad de comprometerse en conducta explotadora abusiva hacia los otros vulnerables. Consistente con esta posición es una capacidad profundamente disminuida de empatía.

 

 c. Apego Temeroso: Tienen una visión negativa de sí mismos y de sus Otros íntimos. Exhiben altos niveles de angustia de apego y evitación. Aunque ellos desearían relaciones estrechas, su evitación de la intimidad es impulsada por un temor al rechazo y al abandono. Las personas temerosas se ven a sí mismas como no merecedores de cuidado y preocupación, y creen que tienen poco valor intrínseco para los demás. Similar mente, perciben a los demás cono no  interesados e inasequibles o como incapaces de ofrecer ayuda. Esta constelación de creencias contribuye a un estado crónico de miedo y angustia. Las personas temerosas experimentan  una permanente devaluación de sí mismas que resultan  en una incapacidad para identificar y reconocer necesidades básicas. De este modo, cuando encaran  una desgracia, es posible que las necesidades no sean definidas y experimentadas como angustia  inespecífica y generalizada. La expectativa de que los demás sean inasequibles  e indiferentes exacerba aún más esta situación. De este modo, tienden a mantenerse silenciosos  acerca de cualesquiera vagas necesidades que puedan tener.

 

Los sacerdotes que tienen un apego temeroso tienden a objetivar tanto el sí Mismo como al Otro. Se ven a sí mismos en una forma mecanística y casi autística. Creen que ellos están para "hacer y servir", y dirigen poca atención hacia su vida emocional y espiritual. Su expectativa  es que  los demás están aquí para tomar algo de ellos pero para raras veces dar. Su vida de relación  está a menudo marcada por experiencias de abuso y descuido, y éstas se tornan las claves con las que ellos se comprometen con los demás. Buscan desesperadamente apoyo  de otros menos poderosos que no les harán daño.

 

Una extensa investigación empírica ha demostrado que los violadores de niños exhiben una capacidad comprometida para la intimidad y déficits en su apego seguro.

 

Grupos de clérigos que abusaron sexualmente de jóvenes: Una tipología alternativa fue elaborada  por  Camargo y Loftus (1993), quienes identificaron cuatro grupos de clérigos abusadores y los caracterizaron como sigue:

 

1. Grupo "sexual de juventud": Clérigos masculinos involucrados sexualmente  con jóvenes también designados como "grupo de edad inapropiada". (N= 117), pertenecientes a un  status socioeconómico mas bajo, predominantemente detectados entre Sacerdotes Católicos diocesanos, con  altos puntajes en  Pasividad y bajos en Ira y puntajes bajos en Hipocondría, Depresión, Masculinidad, Obsesividad-Compulsividad, Introversión Social y Ansiedad. Los resultados señalan la posibilidad de distinguir entre abusadores de jóvenes y los otros grupos de abusadores y el grupo de control.

 

2. Adultos heterosexuales involucrados exclusivamente con adultos ( N=133).

 

3. Homosexuales adultos involucrados exclusivamente con homosexuales adultos  (N= 121).

 

4. Bisexuales (N= 138).

 

5. Controles: Sin actividad sexual o con actividad sexual no especificada ( N= 140).

 

No obstante la información arriba reseñada, cabe anotar que los esfuerzos para la caracterización psicológica de clérigos abusadores han tenido un éxito limitado, debido en parte a la variedad de tal abuso. Estos episodios involucran tanto conducta heterosexual como homosexual, y el maltrato de niños y de adultos. Entre otras posibilidades, un esquema identifica lo que podría considerarse como abusadores "pasivo/neuróticos” y abusadores " Iracundos/impulsivos". Otro marco de referencia distingue seis tipos diferentes, pero aún no sabemos cómo reconocer cualquiera de estos clérigos antes de que hagan daño. (Hands, 1992).La aplicación de rótulos psicológicos y psiquiátricos no ha demostrado ser útil, porque aunque tal conducta es inaceptable, los casos individuales a menudo revelan muchas circunstancias únicas  (si no trágicas) que también influencian a las personas promedio. (Lebacqz y Barton,1991). Este es un problema que parece estar incrementándose y claramente demanda estudio y acción continuados.

 

Nivel Grupal:

 

Se discute a continuación un conjunto de factores (Frawley, 2004) que parecen influenciar a nivel grupal en la conducta paidofílica:

 

1. Clericalismo:  Como parte de su formación, muchos sacerdotes han recibido el mensaje de que ellos constituyen  una cepa aparte de los demás hombres, superiores a ellos y merecedores de deferencia y gran reverencia. Los sacerdotes, buscando consciente o inconscientemente una sensación de empoderamiento y masculinidad podían alimentar sus necesidades narcisistas enfocándose en su poder espiritual y eclesiástico así como en su lugar iconizado en la comunidad.

 

Algunos obispos y cardenales se sienten dignos de ser tratados diferentemente de los hombres "ordinarios" sobre quienes se les ha enseñado a reinar. Pueden llegar a pensar que la regla de la ley no se aplica a ellos y que, como realeza clerical, no necesitan inclinarse ante las demandas de las autoridades seculares o ante los laicos. El clericalismo puede impedir que los miembros de la jerarquía experimenten una necesidad de responder abierta o eficazmente ante el abuso sexual en sus diócesis.

 

2. Selección de expertos: Cuando selecciona expertos, la jerarquía ha tomado un enfoque insular. Generalmente escogen  entre sus personas cercanas, entre aquellos que ellos conocen  o entre aquellos con quienes han trabajado antes. Consciente o inconscientemente, los obispos seleccionan consejeros que, por status o experiencia, llegan a ellos con deferencia o respeto. Ellos no siempre son las voces que ellos necesitan escuchar para ayudarlos a responder ante el abuso sexual.

 

3. Institucionalismo vs. pastoralismo: El poder centralizado y el reposar en  expertos-usuarios-amistosos intersecta con un compromiso profundamente incrustado para evitar, casi a cualquier costo el "traer escándalo a la Iglesia". Por demasiado tiempo, la jerarquía ha tratado de ocultar mas que describir abiertamente y confrontar la  creciente crisis relacionada con los abusos sexuales. Al final, ellos solo escandalizaron a la Iglesia aún más. Crecientemente, los obispos americanos han actuado como "gerentes de sucursal para una corporación religiosa multinacional", (Felder y Heagle, 2002) mas que atendiendo pastoralmente a sus hermanos sacerdotes y a sus feligreses sufrientes.

 

Nivel Organizacional

 

Se incluyen aquí factores (Frawley, 2004) vinculados con: (a) La centralización del poder;(b) Las normas del Derecho Canónico; (c) Rechazo por la Modernidad, (d) La escasez de sacerdotes; (e) La inadecuada selección de postulantes al clero ( f) El sistema de creencias; y,  (g) Secretismo y encubrimiento

 

1. Poder Centralizado: La Iglesia Católica está organizada como una monarquía masculina y medieval. Dentro de esta monarquía, los cardenales son los príncipes y los obispos los lores, que responden únicamente ante el Papa. El disenso ha sido silenciado por la congregación Vaticana de la Doctrina de la Fé mediante procesos experimentados como humillantes por aquellos que fueron censurados. (Mc  Brien, 1998, Aldwoerth, 2002, Paul son, 2002b; Wills, 2002).

 

Esta estructura jerárquica engendra procesos psicológicos que aíslan a los obispos y cardenales de la influencia desde abajo. En lugar de ello, ellos miran  a su propia jerarquía en busca de aprobación y con poco proclives a poner a la vista cualquier tipo de desgracia en su diócesis. El secreto acerca de los problemas proclive a evocar disgusto de sus "padres" eclesiásticos es un producto predecible de la estructura de poder de la Iglesia. No están aculturados hacia la transparencia en la toma de decisiones, la ventilación publica de problemas dentro de la diócesis,o la consulta con los "outsiders"  que podrían haber recomendado pasos diferentes a los tomados en muchas diócesis cuando un sacerdote abusó sexualmente de un joven o un superviviente de mayor edad emerge con quejas de años atrás.

 

2. Normas de Derecho Canónico:

 

La Iglesia (Rodríguez, 2000) se percibe superior y autónoma, en materia de delitos y justicia, ante las demás autoridades legítimas del mundo y busca salvaguardar los intereses de la institución y de sus representantes, manteniéndose al margen de las leyes legítimas y de los procedimientos judiciales de los estados.

 

Las leyes canónicas (Rodríguez, 2002)  interpretan las conductas sexuales de miembros del clero  como pecados secretos, prescriben procedimientos que tienen como finalidad evitar el escándalo y amonestar el pecador, llevando a políticas pastorales que se traducen en cambiar a los transgresores de parroquia, de diócesis y hasta de país. Aún los documentos mas recientes del Papa tienden a conservar esta política de la reserva, del secreto y de la exclusividad del juicio reservada a la Congregación para la Doctrina de la Fe, obligando a todos los episcopados del mundo a informar, bajo absoluto secreto, de los casos de abuso sexual protagonizados por sus clérigos.

 

3. Rechazo por la Modernidad: Cuando Pio IX (1903-1914) emitió la encíclica papal Pascendi Domenici Gregis (Papa Pio IX, 1907)  se dirigía a los obispos para vetar las obras modernistas de los seminarios; a prohibir a los fieles el leer escritores modernos; y a prohibir al clero que se reuniesen en grupos para evitar que las ideas modernas infectasen las discusiones. (pp. 50,52,54). Eventualmente, todo sacerdote era requerido de prestar un Juramento contra el Modernismo en la Ordenación. El juramento no fue descontinuado hasta 1967 (Cozzens, 2002).

 

El Vaticano II, sin embargo,  abrió las puertas de la Iglesia Católica a la ciencia, las ciencias sociales y la tecnología. Los católicos, y hasta los sacerdotes, podrían estudiar cuestiones modernas; eran advertidos únicamente de integrarlas con su fe y  a su vez, de traer la fe dentro de sus propósitos. El clero y los voceados hombres y mujeres religiosos eran alentados  a estar en el mundo tanto  como fuera de él y hasta comenzaron a lucir mas como sus congéneres humanos a medida que los sacerdotes cambian las sotanas por pantalones y las monjas dejaban sus velos y tocas. Fue apabullante para la comunidad católica cuando el Papa Paulo VI (1968)  cerró de un portazo las puertas de la Iglesia a la anticoncepción artificial. Aparentemente, el sexo fue un área de la vida en la que los católicos iban a permanecer disociados de los modernos desarrollos de las ciencias sociales y la tecnología, así como de sus propias consciencias.

 

El Papa Juan Pablo II fue un papa conservador. Urgió a los obispos a asegurar que los seminarios y escuelas católicas y los docentes de las universidades enseñaran solo de acuerdo con las enseñanzas oficiales de la Iglesia. Los maestros en instituciones católicas una vez mas se esperaba que firmaran declaraciones de lealtad a las enseñanzas de la Iglesia. (Paulson, 2002b).Todo lo antiguo, según parece, es nuevo nuevamente.

 

Una desconfianza internalizada hacia el empirismo, las concepciones psicológicas y biológicas de la personalidad, especialmente acerca de la sexualidad y el género, y la devaluación de algunos aspectos de la modernidad y gran parte del postmodernismo emanando de Roma tornó muy improbable que los obispos pudieran acceder a recursos de la ciencia dura y las ciencias sociales para profundizar su comprensión del abuso sexual. Anteriormente a los años 80s, por supuesto, no hubo virtualmente literatura empírica, teórica o clínica  relativas de traumas  sexuales tempranos. A medida de que el cuerpo de conocimiento creció exponencialmente después de 1984, sin embargo, demasiados obispos americanos permanecieron y permanecen aún, ignorantes o escépticos en relación con ello.

 

4. Escasez de sacerdotes: Ha sido negada consistentemente por la jerarquía católica. Un obispo que reconociera este hecho era proclive a perder el amor de sus padres espirituales y podría perder su trabajo también. Para supervivir, tenía que unirse a la negación de un constantemente decreciente suministro de sacerdotes. Ciertamente, un obispo en esta situación podría consciente o inconscientemente ordenar sacerdotes acerca de quienes se hubieran expresado dudas en el seminario, o podría hacer todo lo posible para mantener sus "cifras altas" reciclando sacerdotes acerca de quienes se hubieran entablado demandas por abuso sexual, contribuyendo así a lo que hubiera devenido en el escándalo por abuso sexual (Gumbleton, 2002).

 

Rodríguez, (2002) recogió algunas creencias que denotan el conflicto entre calidad y cantidad originado por la escasez de sacerdotes

 

    * " Más vale obtener un sacerdote inadecuado que ninguno"

    * "Aunque éste sea un varón inadecuado, el sacerdocio ya le cambiará al ser ordenado"

 

La realidad demuestra que son poquísimos, si es que los hay, los sujetos inadecuados, cualquiera que sea su inadecuación, que cambian su inclinación  por ser sacerdotes.

 

5. Inadecuada selección: Las estrategias de selección de personal utilizadas para evaluar postulantes a seminaristas han sido insuficientes para detectar casos de paidofilia. Muchos hombres inmaduros y disfuncionalmente sexuales fueron admitidos a los seminarios. No existe evidencia de una estrecha asociación para el trabajo en equipo de directores de seminarios, psicometristas, psicólogos organizacionales y educacionales que hayan unido esfuerzos para producir instrumentos de selección válidos confiables y estandarizados.

 

6. Sistema de creencias:   La cultura organizacional de la Iglesia Católica contiene un conjunto de creencias que influyen en las actitudes y conductas de sus miembros y que incrementan la probabilidad de ocurrencia de una conducta paidofilica.

 

a.        Paidofilia: delito, pecado o trastorno psicopatológico. Los obispos y los sacerdotes consideraron por siglos que los sacerdotes que violaban niños no eran criminales sino simplemente pecadores. (Goodstein, 2004). Sin embargo, en los Códigos Penales de las Sociedades Modernas el abuso sexual de menores es considerado un delito. Adicionalmente, este tipo de conducta está considerado como una categoría nosológica en Psicopatología e incluida en el DSM-IV-TR,(2000).

 

b.       Temor al sexo:  Se relaciona con una interpretación de escrituras que se conforman con las necesidades de un sistema temeroso del sexo, autoritario, patriarcal, jerárquico, rígido y basado en la fe que desplazaron  la visión reformista original de Jesús de un grupo de creyentes igualitario y comunitario.

 

c.        Mentalidad conspiranoica (Rodríguez, 2002): Creencia de que el escándalo público es peor que la deshonestidad y que el continuo abuso de los niños. Cuan do la Iglesia se siente criticada, en lugar de afrontar los reproches y  cambiar lo que está mal, se encierra siempre bajo una coraza de victimismo hacia sí misma y agresividad para con el resto del mundo.

 

Creencias como las arriba descritas  pueden actuar   para generar actitudes benévolas y defensivas ante casos de abuso sexual de menores.

 

 7. Secretismo y encubrimiento:  Los factores que redujeron la posibilidad de que saliesen a la luz (Steinfels, 2002, 2004) los abusos en serie de los sacerdotes fueron los siguientes:

 

a.  Los sacerdotes abusadores y sus superiores operaban dentro de una cultura clerical autoprotectora y cerrada.

 

b.    Los sacerdotes se movían de un puesto a otro sin un proceso abierto de indagación, entrevista y evaluación que era característica de muchos otros grupos religiosos así como de  nombramientos profesionales.

 

c.   Una poderosa aura de estar consagrado rodeaba  al sacerdocio católico. Esa aura de la cultura clerical autoprotectora tornó las cuestiones de responsabilidad y responsividad ética aparentemente innecesaria.

 

El secretismo  y el encubrimiento (Rodríguez, 2002) se plasman en un patrón o modelo de conducta de la Iglesia Católica en casos de abusos sexuales a menores, que comprende los siguientes pasos:

 

1.       Averiguación discreta de los hechos: Se encarga la indagación a subordinados de confianza, de quienes se recibe un informe oral.

 

2.       Inicio de acciones disuasorias con el agresor y la víctima: Que comprende una amonestación privada del cura abusador en dos direcciones:

 

a. Para que deje de realizar la conducta inapropiada.

 

b. Para que la realice con la máxima prudencia: "Si lo sigues haciendo, procura que no pueda trascender, no abuses siempre de los mismos ni en el mismo lugar y hazlo lo más lejos posible de esta diócesis".

 

       Asegurarse el silencio de las víctimas  bajo el formato del sacramento de la confesión: ni el prelado ni la víctima pueden revelar el contenido de lo confesado. Si no se logra el encubrimiento por la confesión, los prelados prometen a las víctimas y a sus familias que el abuso no se reproducirá porque el sacerdote ya está arrepentido. Por añadidura,  culpabilizan  a las víctimas como coautoras de un pecado muy grave a los ojos de Dios. Los coaccionan enfrentándolos al daño que podrían hacer a la Iglesia si el hecho trascendiese y presentan cualquier denuncia ante la autoridad civil como inútil.

 

3.   Encubrimiento del agresor y de los hechos antes de que afloren: Involucra el pagar una       indemnización en dinero favores, servicios o privilegios con la familia de la víctima, o coaccionar  a la víctima y familia, quitándole los servicios que ya disponía, tales como expulsar a un menor de un colegio. En esta etapa aparece la necesidad de decidir si trasladar o no de parroquia al sacerdote.

 

4.       Toma de medidas para reforzar el ocultamiento: Las acciones pueden consistir en trasladar de parroquia o a otro país del tercer mundo y abrir expediente canónico al infractor, que puede quedar paralizado por tiempo indefinido y solo se activa cuando surge una fuerte presión social o mediática. Sobre el sacerdote y sus abusos o tras haberse iniciado un proceso judicial ante la jurisdicción penal civil.

 

5.       Negación de los hechos cuando se hacen públicos: Consiste en manifestar que: "Las acusaciones son falsas y representan una infamia" y en recurrir  a la explicación derivada de la Teoría de la Conspiración: “Todas son mentiras de los enemigos de la Iglesia".

 

6.   Defensa pública del agresor sexual y atribución de méritos: Se pregona aquí  el buen servicio a la Iglesia que siempre ha realizado el Padre XXX hasta la fecha.

 

7.       Descalificación pública de la víctima y de su entorno: Convocan la ayuda de abogados, periodistas y fieles afines definiendo a la víctima y su entorno como el enemigo a abatir.

 

8.       Atribución paranoide de las acusaciones a campañas orquestadas por "enemigos de la Iglesia " y  calificación de la víctima como un  pobre diablo que difama a la Iglesia por inconfesables ambiciones personales.

 

9.       Posibilidad de negociación con la víctima: Puede recurrirse a la indemnización cuando el escándalo ya es más o menos público, o a negociar la retirada de una querella ya presentada si esta acción se ha realizado discretamente. Si ya hay escándalo público, la Iglesia no suele querer negociar porque su intención al indemnizar a una víctima no es la de compensar su sufrimiento sino la de acallarla para que la imagen de la Iglesia no sea cuestionada.

 

10.    Protección del abusador sexual: En esta etapa se procura brindar  la máxima protección al cura abusador, incluyendo eventualmente  su desplazamiento a un país lejano "por motivos terapéuticos". Si es encausado, se le brinda  asistencia letrada y se le provee de los medios para enfrentar las acusaciones.

 

El esquema arriba descrito sugiere la existencia de un conjunto de procedimientos organizacionales  usualmente destinados a hacer frente a cualquier  peligro que un caso de abuso sexual pudiera ocasionar a la imagen interna y externa de la Iglesia Católica.

 

EXTRAORGANIZACIONAL

 

 Se incluyen aquí  factores tales como los siguientes :

 

a. El Poder e influencia de la Iglesia Católica  en la comunidad, variable según el contexto político de cada país y la condición mayoritaria o minoritaria del Catolicismo en comparación con otras denominaciones. En el caso de  la sociedad norteamericana, los católicos son minoría, pero la Iglesia Católica Norteamericana  es la mayor contribuyente al presupuesto mundial del Vaticano.

 

b. Eficacia, eficiencia e  independencia de los tribunales de justicia: Se refiere al grado de imparcialidad y objetividad de los jueces y a la celeridad de los procedimientos judiciales. Se estima que cuanto más intensamente influya la fe católica en el criterio de un juez, menor será su independencia de criterio y más benevolente será su actitud hacia sacerdotes infractores.

 

ABUSO SEXUAL DE MENORES

 

El  Informe del John Jay College of Criminal Justice (Formicola,2004) es uno de los intentos de enmarcar el problema del abuso sexual clerical dentro de cifras concretas. Según sus hallazgo, hasta el 25 de febrero del 2004:

 

    *  4,392 clérigos habían sido acusados de abusar sexualmente de 10,667 personas entre 1960 y 1984

    * Esta cifra representa el 4% de los sacerdotes activos.

    * 3 a 6% de los 45,000 sacerdotes católicos USA registran patología seria en su relación con menores.

    * Mayoría de víctimas de abuso sexual oscilan entre 11 y 14 años.

 

RESULTADOS 

 

    * En 6% de los casos los clérigos recibieron una reprimenda y fueron retornados a su ministerio.

    * En 10% de las demandas no se inició ninguna acción contra los sacerdotes.

 

CONSECUENCIAS

 

 El abuso sexual de menores por parte de clérigos ha generado una crisis: (a) Financiera (b) Psicológica y de Salud Pública; (c) De Relaciones Públicas; (d) Teológica; y ha constituido (e) Una Ocasión de Cisma.

 

1. Crisis Financiera:  El costo financiero asciende a US DLS. 573 millones, aparte de los 85 millones de dólares pagados por la Diócesis de Boston y a los $219 millones cubiertos por seguros. El caso más clamoroso se relaciona con las informaciones divulgadas por The New York Times y The Boston Globe , que confirmaron rumores de que la arquidiócesis de Boston había llegado a un arreglo en relación con 50 demandas contra el Padre Joseph Geoghan que ascendían a 10 millones de dólares por incidentes de paidofilia desde 1962 hasta 1995,revelando un cuadro de sacerdotes depredadores y una jerarquía que simplemente rehusaba confrontarlos y detenerlos. A ello se agrega la reducción de donaciones a la Iglesia. 20% de los Católicos asistentes a la Iglesia expresan que han dejado de contribuir con dinero a su diócesis. Uno de cada nueve ha reducido su contribución a su parroquia (Encuesta Gallup comisionada por la Fundación de Donantes Interesados en Actividades Católicas (FADICA).Los feligreses quieren saber cuánto dinero han gastado los obispos para llegar a acuerdos respecto a acusaciones por abuso sexual, y cuánto dinero se ha de gastar por tales demandas en el futuro..Hasta que haya mas transparencia en las finanzas de la iglesia, parece que un número significativo de Católicos practicantes reducirá el apoyo financiero a la Iglesia. Francis J. Butler ,presidente del FADICA le expresó al New York Times (9 de noviembre) que su organización había comisionado la encuesta Gallup para persuadir a los obispos sobre la importancia de hacer público el costo total de los casos de abuso. Hasta ahora, solo el Cardenal William Keeler de Baltimore había revelado tal información. "Los obispos tendrán problemas si piensan que pueden continuar manejando las cosas como si fueran barones multimillonarios," dijo Butler. La Arquidiócesis de Boston encara una posible bancarrota. David W. Smith, el gerente financiero de la arquidiócesis de Boston anunció la decisión de la arquidiócesis de hipotecar el terreno de 16 acres de su cancillería y la residencia del cardenal en la línea Boston-Newton para tomar prestado 38 millones de dólares de los Caballeros de Colón.

 

2. Psicológica y de Salud Pública: Se manifiesta en los sentimientos y problemas de los menores víctimas de abusos sexuales del clero (Rodríguez, 2002), que incluyen:

 

a)  Interferencia en el desarrollo natural, normal y saludable de la sexualidad del menor.

b)  Alteraciones emocionales de las víctimas.

c)  Pérdida de confianza y seguridad en sí mismos y en los demás

d)  Serio daño a la autoestima

e)  Sentimientos de vergüenza y culpabilidad.

 

El daño depende de la edad que tenga la víctima, el tipo y duración del abuso,la relación con el abusador y el apoyo emocional facilitado por la familia.

 

3. Crisis de Relaciones Públicas: Que involucra los problemas de pérdida de imagen pública y de credibilidad entre propios y ajenos.

 

4. Crisis Teológica: La conducta paidofílica clerical entra en colisión con la admonición de Cristo en relación con quien diera escándalo a un niño. Lanzó una grave advertencia a quienes llevasen a los niños por mal camino, diciendo que a esa persona "más le convendría que le colgasen al cuello una rueda de molino y lo sepultaran en el fondo del mar" (Mateo 18, 6).

 

David Coles, Obispo Anglicano de Christchurch, Nueva Zelanda, (Coles,2002) señala que el ultraje público sobre abusos sexuales, y los esfuerzos de los líderes de la iglesia para afrontar estos asuntos, conducirán y alentarán una muy necesaria reflexión teológica sobre el cuerpo. Esto involucrará “…un reconocimiento de que la sexualidad humana" no es una parte periférica sino esencial de nuestra experiencia de la divina presencia en la vida humana". Agrega Coles que:

 

El desarrollo de una positiva Teología del Cuerpo como un don de Dios requerirá un claro viraje de una visión utilitaria y degradada de la sexualidad que frecuentemente conlleva mensajes de pecado y culpa. Visualiza la necesidad de "deshacer" las premisas patriarcales atrincheradas en la teología y la ética sexual y repensar las relaciones sexuales a la luz de aquel amor divino que nos ha sido mostrado en el ofrendarse de Dios en Cristo y reflejado en la unidad de las Personas iguales dentro de la Trinidad.

 

-Coles, 2002

 

Las enseñanzas que deja la crisis de abuso sexual (Lakeland,2005) pueden también enseñar a la iglesia algo acerca de lo que implica la teología académica ,y que la responsabilidad moral del teólogo como educador es la de modelar una crítica de la realidad eclesial al servicio de una iglesia adulta y responsable.

 

5.Ocasión de Cisma: La crisis ha ocasionado divisiones dentro del clero y entre el laicado  y sus pastores.

 

En el Clero: Se han observado diversas reacciones de frustración en sectores del clero norteamericano. Schuth (2004) señaló que los sacerdotes están profunda y negativamente afectados por el escándalo sobre el abuso sexual., y que 64% desaprueban la manera como los obispos manejaron las denuncias de abuso de niños.

 

Otros sacerdotes señalan la emergencia de un deterioro de las relaciones entre sacerdotes y obispos debido a que perciben que los obispos no encaran las consecuencias del escándalo. El incremento de la división se debe a la forma como los sacerdotes comprenden su sacerdocio. Dos modelos de sacerdocio: cúltico (preferencia por el status) y de servicio  (preferencia por la función). Ser a la vez un miembro de los fieles en necesidad de ministerio y también un sacerdote ordenado para ministro. El desafío para el sacerdote es guardar su propia integridad mediante una integración madura de ambos roles. Los sacerdotes prefieren invariablemente una dimensión de su identidad sobre la otra.

 

En el Laicado: Las reacciones detectadas fueron:

 

a)  Masiva pérdida de confianza en sus líderes.

b)  Experimentan sentimientos de ira y sienten su fe sacudida.

c)  Destrucción de años de labor pastoral en unos pocos meses.

d)  Revela la verdadera condición de la Iglesia Americana: no un invernadero de secretos sexuales, sino una iglesia trágicamente carente de liderazgo y aparentemente indiferente ante el desperdicio de los dones del laicado católico mejor educado y mas completamente comprometido en la historia de la Iglesia.

e) Reducción de donaciones a la Iglesia Católica: 4% de los católicos menos proclives a contribuir a la Iglesia y a sus misiones por causa de la decepción en el manejo de los casos de abuso sexual.

f) La imagen pública del escándalo comprende percepciones de: Que un gran número de sacerdotes han estado depredando viciosamente a menores. Que las autoridades de la iglesia han estado facilitando estos crímenes reasignando a violadores de parroquia en parroquia, a pesar de las quejas.

         Que la Iglesia ha estado rechazando a las víctimas mediante tácticas legales en lugar de ofrecer cuidado pastoral.

         Que la Iglesia Católica ha estado comprometida en un encubrimiento masivo, ocultando casos de las autoridades legales y transando en demandas por lo bajo.

g) Frases usadas en las noticias de los periódicos: "Llevando y trayendo paidofílicos de una parroquia a otra",  "Bloqueando las demandas de las víctimas", "Comprando silencios".

 

Puede establecerse una analogía con la visión con la que el escritor Vaclav Havel  describía la actitud conformista (Vivir una mentira) existente en la Checoeslovaquia comunista: Una condición tan sutil y tan inconsciente que aquellos que viven una mentira pueden no captar el subterfugio ordinario en el cual ellos  desenvuelven su vida diaria. Havel escribe: "Los individuos no necesitan creer todas estas mistificaciones (el se refiere al  Sistema Soviético y a la ideología comunista), pero ellos deben comportarse como si lo creyeran, o deben por lo menos tolerarlas en silencio, y llevarse bien con aquellos que trabajan con ellos. Por esta razón, sin embargo, ellos deben vivir dentro de una mentira. No necesitan aceptar la mentira. Es suficiente para ellos el haber aceptado su vida con ella y en ella. Porque por este mismo hecho, los individuos confirman el sistema, satisfacen el sistema, hacen el sistema, son el sistema".

 

ACCIONES PROPUESTAS Y LOGROS OBTENIDOS

 

Ante la crisis arriba descrita, diversos sectores del clero y del laicado  han  reaccionado  demandando cambios en  los procedimientos establecidos para abordar el problema del abuso sexual de menores.

 

Cabe resaltar pronunciamientos tales como los provenientes de:

 

a. (Abril  2002) Discurso del Papa a los Cardenales de Estados Unidos y Funcionarios de la Conferencia, calificando al abuso sexual de los jóvenes  como siendo "en todos los sentidos equivocado y justamente considerado como un crimen por la sociedad; es también un espantoso pecado a los ojos de Dios".

b. (Mayo 2002) Declaración de los  Obispos de Chile sobre Abusos Sexuales.

c. (Junio 2002):El  Estatuto para la Protección de  Niños y Jóvenes, elaborado por el Comité Ad Hoc sobre Abuso Sexual de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos  en Dallas.

d. (Septiembre 2003) Política Diocesana de la Diócesis de  Monterrey, México, contra la mala conducta sexual.

 

X. El pecado de los sacerdotes pederastas y pedófilos...